De nuevo sumergida en mi fracasado mundo.
Dicen que todo tiene un porque, pero, yo no lo veo así. Hay muchas cosas en este mundo que me son injustas.
Nací siendo distinta al resto, noto esa injusta sensación de ser extraña, de otro planeta. Las personas somos fuertes para aguantar los golpes de la vida, pero personas como yo se llevan todas sus lecciones y no son tan fuertes como aparentan. Pueden derrumbarse a la primera lágrima.
En mi infancia un horrible suceso me marca para el resto de mi vida, logró sobrevivir a esos pensamientos, esos recuerdos que me atormentan en la más bella de las noches.
A lo largo de la adolescencia un trágico accidente llamémoslo "destino", un posible tumor... Con tan solo 13 años tocaba la muerte, sin pensarlo poco después un suceso aún más trágico, parte de mi nariz se desplazaba lentamente hacia un lateral mientras corríamos hacia urgencias mi vida pasaba en fotografías en blanco y negro. Moribunda por el inmenso dolor que en ese momento pude soportar, me jure a mi misma que si salía de esa podría con todo, pero que tonta de mi. Como se notaba mi inexperta experiencia en la vida, lo que vino después fue peor. Es cierto el dicho de " es peor el remedio que la enfermedad".
Pasado el mal trago que conllevan 13 puntos en la nariz y el instituto... Ni el mismo infierno se asemeja a esa experiencia. Parecía que la mar se había calmado, que la vida se había olvidado de mí y por lo tanto que el destino me dejo en paz. Un tiempo más tarde el destino se dio cuenta que me tenía apartada y centro su furiosa mirada en mi otra vez. Había encontrado aficiones que me tenían feliz, pero un día normal de cada día de camino a entrenar, noto una punzada muy fuerte en la rodilla. Lo deje correr, un mal movimiento pensé en aquel entonces. Pero día tras día el dolor punzante más intenso y seguido. Ya no creí que fuese un mal movimiento. Derecha a urgencias, una vez allí no me encontraban nada, que me lo estaba inventando según el médico. Que el no lo viese no quería decir que no existiese. Yo tan cabezota de que era cierto, pidieron más pruebas. Al fin encontraron que es... Y mi vida termino en ese momento. Me mataron por dentro, en ese instante algo de mi murió. Una lesión de nacimiento en la rodilla que me impide hacer lo que adoro... Yo tuve que elegir el poder caminar o por hacer lo que me gusta quedarme en silla de ruedas, todo un trauma.
Años después de todos los retos que me quiso poner, algo más grande moría en mi interior.
Una noche me dispuse a dormir, unas horas más tarde me levanté con una extraña sensación algo distinto un dolor punzante en el estómago, algo que me cortaba la respiración. Fui corriendo al baño a vomitar, un poco más aliviada al menos unos segundos porque después siguió a más. Corrí en ayuda porque me ahogaba, llamaron a la ambulancia al ver que tardaba e iba a peor me llevaron en coche. La dificultad que tienen para pincharme no tiene precio la verdad, tal pánico que le tengo a las agujas es brutal. Pasado el mas trago los médicos no saben que puede ser, así que para casa. Me sentía como si me acabasen de meter una brutal paliza. Con miedo de volverme a dormir y levantarme con ganas de morirme... Ese fue mi día a día. Los dichosos ataques de dolor "cólicos hepáticos", como podía ser tan doloroso el hecho de que una pequeña parte de mi hubiese muerto y quedado inservible. Algo que nunca olvidaré fue días después de haber comenzado las clases otro de estos horribles ataques pero este nada que ver con todos los anteriores.
Sabéis la muerte no es tan mala como parece, es dulce cuando te besa. Esa madrugada casi me quedo en urgencias... Fue tal dolor que mi cabeza se me iba, notaba que la muerte me reclamaba, pero aún no era mi hora. Meses y meses de horribles ataques y hasta los mismísimos.... Pensaba si me tengo que morir porque no me muero ahora?
Una llamada de teléfono me cambió la cara, mi abuela se había quedado ciega y estaba ingresada muy malita ella. Solo iba de hospital en hospital, mi pobre minimauh (abuela) fue a peor, dejó de caminar y de querer luchar. Perdió toda esperanza de la vida y eso me mataba por dentro. Unos días antes de morir se puso malisima y la hospitalizaron en urgencias. Me pase todo el día con mi familia a su lado. No sabíamos lo que tenía, pero horas después ya tuvimos un diagnóstico, la pobre estaba muriendo poco a poco por dentro. Algunos órganos vitales dejaron de funcionar-les (infartos) según los médicos. El día del santo inocente nos dejó para pasar a mejor vida, ese día otro ataque (pensemos que eran los nervios). Entonces llegó su entierro y con ello mi de nuevo yo de urgencias. Pero ese día tuve un ángel a mi lado, quiero pensar que fue mi minimauh, por fin supe que eran esos horribles dolores y que me los provocaba.
Tenía piedras en la vesícula y estas hicieron que dejase de funcionar, me hospitalizaron 4 días y me dieron fecha para una intervención quirúrgica. La noche siguiente de mi alta me da otro ataque. Otros días más en el hospital, menos mal que no me gustan eh. El día la operación por suerte notaba la presencia de mi minimauh, gracias a ella y un buen cirujano salió todo perfecto. Nada más al despertar vino el medico haber como me encontraba. Me comentó que la vesícula había tocado algunos órganos (estómago,páncreas y hígado) para ser más exactos. Gracias a mi ángel no pasó más tiempo, porque debido a ello no habría sobrevivido. Hasta la más simple operación si existen complicaciones por mínimas que sean te puede costar la vida. Yo tengo muy claro que si no es de vida o muerte no pasó por un quirófano. Al día siguiente de mi operación murió una parte de mi que nunca podré recuperar... Eiby mi primer huronil albino tenía cáncer... Y no pudo luchar más.
Fue una recuperación bastante dura sinceramente. Y más con el hecho que un loco que tenía por vecino me agredió con una vara de hierro recién operada... A día de hoy las emociones siguen a flote y el destino sigue sin querer dejarme de lado. Creo que no le pido tanto.
Solo quiero ser normal como casi todo el resto de humanidad.
Aquí os dejo hasta el próximo post.
