Una carta de amor, un suspiro en el aire. Tu niña bonita de pelo rojizo, mira te en el espejo y susurrarle al alma. El poder que tienes cuando te quieres y te respetas es inmenso. Aprovecha cada momento para decirte lo mucho que vales, eres una mujer increíble, amiga de tus amigos, leal a tus ideales y fiel a tus creencias. Eres digna de tener la vida que mereces y deseas.
Querido amor propio no hace falta que os escondais, salir a reuniros conmigo para poder enderezar la cabeza y no volver agachar la nunca.
Un simple reflejo es el poder del alma reencarnado en un pedazo de cristal.
Tu mi bella sirena de ojos vidriosos, sécate las lágrimas y respira profundamente.
Quiere té como jamás lo hará nadie.
Tu sirena de ojos de dos colores, única entre las de tu especie. Fuerte, luchadora entre otras cualidades que he podido descubrir en ti mi dulce sirena, caíste en lo más profundo pero pudiste levantarte aun sin fuerzas, sin motivos más que el único de quererte.
Hazte valer ante la fría mirada del mundo, el mismo que quiere veros sufrir pero vos no le deis ese privilegio.
Solo un último consejo mi bella sirena:
“Quiere primero antes de querer a los demás”.
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